Los genes al igual que un plano contienen la información necesaria para de alguna manera construir nuestro organismo, y ahí su gran importancia en el desarrollo de patologías, el gen WT-1, localizado en el cromosoma 11p13, es aquel encargado de codificar un factor de transcripción , el cual esta relacionado con el desarrollo de diferentes órganos (en especial el riñón y las gónadas) y con la tumorogénesis principalmente con el tumor de Wilms, que es un cáncer de riñon que se presenta generalmente en los niños. Recientemente, el equipo de Desarrollo Cardiovascular y Angiogénesis, perteneciente a la Universidad de Málaga y dirigido por el Dr. Ramón Muñoz Chápuli, encontró la relación de este gen con el desarrollo embrionario cardíaco. Muñoz Chápuli, en estrecha colaboración con el Medical Research Council de Edimburgo, ha descubierto que cuando este gen se inactiva en roedores, los embriones resultantes no forman riñón, ni gónadas, ni bazo. Pero además de estos fallos esperables, los embriones mueren por problemas en su músculo cardíaco.
El gen WT-1 es esencial para que se diferencien los precursores de las arterias coronarias, esenciales para el funcionamiento y vascularización del corazón”. El trabajo publicado consistió en la “desactivación” del gen WT-1 en la capa externa del corazón de un embrión, para comprobar su repercusión. “La formación del resto del embrión es normal, pero la muerte del embrión se produce por la ausencia de arterias coronarias. Lo que cada vez es más evidente es que los genes implicados en el desarrollo siempre dan problemas cuando no funcionan
Lo interesante es que cuando las células madre embrionarias carecen del gen Wt1, en los cuerpos embrionarios derivados de ellas no se encuentra rastro alguno de células cardiovasculares.
Es posible que este trabajo en el futuro permita el desarrollo de terapias regenerativas del corazón
Fuente:NeoTeo
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