16 de mayo de 2010

La anorexia podría tener un componente genético


La anorexia nervosa, uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan las mujeres jóvenes, parece tener un fuerte componente genético.

Una nueva investigación en la que participaron 31,406 pares de mellizos suizos que nacieron entre el 1 de enero de 1935 y el 31 de diciembre de 1958 sugiere que un 56 por ciento del riesgo de desarrollar el trastorno alimentario es heredado y que el problema se relaciona con síntomas neuróticos (como la ansiedad o la depresión) al principio de la vida.

"Durante siglos, hemos tenido falsos estereotipos y concepciones erróneas sobre lo que causa la anorexia nervosa", afirmó la autora del estudio Cynthia M. Bulik, Profesora Distinguida de William y Jeanne Jordan de Trastornos Alimentarios y directora del Programa de Trastornos Alimentarios de la Universidad de Carolina del Norte.

Su informe aparece en la edición de marzo de Archives of General Psychiatry.

En la anorexia nervosa, el paciente siente temor a volverse obeso, presenta aversión a los alimentos y la tasa de muerte más alta de cualquier enfermedad mental, anotó el estudio.

Bulik dijo que se creía que las mujeres y hombres jóvenes elegían la anorexia nervosa para poder parecer modelos o alcanzar alguna meta social. "Pero hay algo más profundo y biológico que impulsa esta conducta. Hay un importante componente genético en el peligro de anorexia nervosa".

Muchas más mujeres que hombres sufren de anorexia, anotó Bulik. Alrededor del 1.2 por ciento de las mujeres tienen el problema, en comparación con el 0.29 por ciento de los hombres.

El equipo de Bulik también encontró que uno de los factores que predecía la anorexia nervosa era la conducta neurótica. "Estamos hablando de personas que tienden a la ansiedad y la depresión, y de personas que son emocionalmente reactivas", señaló.

Usando datos de cuestionarios administrados a principios de los 70, los investigadores examinaron siete pronosticadores potenciales de anorexia entre las mujeres: el índice de masa corporal, los problemas estomacales, el ejercicio excesivo, el estrés percibido, una personalidad extrovertida y el neurotismo, inestabilidad emocional, y sentimientos de depresión, ansiedad y culpa. Sólo el neurotismo resultó ser un factor de riesgo de anorexia.

Bulik explicó que la genética ofrece la base para el problema, pero que algo en el ambiente lo desencadena. "Los genes cargan la pistola y el ambiente tira del gatillo", afirmó. "Estas personas que están genéticamente predispuestas a la anorexia nervosa podrían ser más sensibles a los desencadenantes ambientales, como ponerse a dieta luego de ver una revista de modas".

Los investigadores también encontraron que hubo más casos de anorexia entre los nacidos después de 1945.Si se pueden identificar los genes que llevan a la anorexia nervosa, entonces podrían haber implicaciones para el tratamiento, tal como medicamentos, señaló Bulik.


"La anorexia nervosa no es simplemente un trastorno de elección", aseguró Bulik. "Hay una clara [causa] genética para este trastorno que necesitamos incorporar a nuestro entendimiento de qué es la anorexia nervosa".

"También necesitamos cuidar a los niños pequeños que están ansiosos y deprimidos", aconsejó. "Podrían estar en camino de desarrollar un trastorno alimentario más adelante en sus vidas".

Un experto opina que podrían haber más desencadenantes actuales actualmente, lo que ha llevado a un aumento en los casos de anorexia.

"Bulik y sus colegas realizaron una contribución significativa al campo en un gran estudio de mellizos que revela contribuciones tanto genéticas como ambientales al desarrollo de la anorexia", afirmó David L. Katz, profesor asociado de salud pública y director del Centro de Investigación sobre la Prevención en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.

Además, la asociación entre el neurotismo y el trastorno podría ayudar a identificar a las personas en riesgo de anorexia, apuntó Katz.Katz añadió que el hallazgo más notable es que la anorexia es más frecuente ahora que en décadas pasadas.

"Si bien parte de esta asociación podría deberse a una mejor detección, los métodos del estudio sugieren que es una tendencia real", afirmó Katz. "Ahora tenemos otra indicación de que la combinación de los estándares de belleza poco realistas propagados en los medios en conjunción con fuerzas poderosamente promotoras de la obesidad conspiran tanto contra la salud física como contra la mental".

Fuente:National Eating Disorders Association

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